Navegando por internet me encontré esta historia que me llamó muchísimo la atención (en breve va a salir un documental en Netflix con esta historia, abajo os dejo el trailer), y lo primero que pensé fue en publicarlo en MetasyVersos. Esta es la historia de un joven estafador multimillonario que tramó un esquema Ponzi y que murió en la India tan sólo 12 días después de modificar su testamento, llevándose a la tumba la contraseña para desbloquear una cartera de 137 millones de dólares en cryptomonedas, pero esto no es todo lo que ocurrió.
Todo empieza con un chaval llamado Gerald Cotten (Gerry para los amigos) que con tan sólo 15 años decide ejecutar un plan para hacerse rico rápidamente. El adolescente, un brillante informático de Ontario, participaba en un foro llamado TalkGold (un foro muy popular donde se orquestaban Sistemas Ponzi) donde prometió a unos inversores retornos imposibles de hasta el 150% en tan solo dos días. S&S Investments, que era como se llamaba esa empresa, duró tan solo tres meses antes de que cerrara y el dinero de los inversores desapareciera por completo.
Gerald Cotten (Gerry) fue uno de los pioneros en poner en marcha los cajeros automáticos de criptodivisas en Canadá.
Quince años más tarde, el pillo de Cotten ya se había convertido en un gran empresario y administraba la mayor empresa de intercambio de criptomonedas de Canadá, QuadrigaCX, antes de morir en extrañas circunstancias en 2018 dejando 180 millones de dólares canadienses perdidos pertenecientes a 115.000 inversores.
Cotten tenía 30 años en el momento de su muerte, parecía estar viviendo la vida soñada de un titán financiero. Él y su esposa, Jennifer Robertson, viajaban por todo el mundo en aviones privados, visitando lugares elegantes y caros en París, Hawái y Marruecos. El criptoempresario hacía compras cada vez más lujosas: un yate de $600000, un Lexus de alta gama, 17 casas en Canadá, un avión, etc. Como muchos en la industria, presentaba su empresa no solo como una herramienta financiera, sino como un cambio social radical, promocionando el evangelio criptográfico en apariciones en podcasts y vídeos en YouTube. ¿Os suena de algo todo esto?
Cuando descubren que QuadrigaCX resulta ser un sistema Ponzi
Sin embargo, las cosas comenzaron a agriarse en 2018 cuando el precio del Bitcoin colapsó. Los inversores intentaron sacar su dinero de Quadriga, pero se enfrentaron a retrasos de un mes. Al igual que otros intercambios de criptomonedas, Quadriga mantuvo sus fondos en las llamadas «carteras frías», dispositivos de almacenamiento digital que no están conectados a Internet y que están a salvo de piratería. El único inconveniente: que solo Gerry conocía las contraseñas de las bóvedas criptográficas de la empresa.
Usar un custodio acreditado para mantener las claves privadas fuera de la empresa, es quizás la mejor opción para garantizar que estos códigos no se pierdan. Aquí hay una lección clara de que la gran vulnerabilidad que entraña que solo una persona posea esa información.
Erik Wilgenhof Plante, ex CCO del intercambio BeQuant.
Para más inri hubo otros problemas en esa época. Un problema informático eliminó $ 14 millones en un intercambio de Ethereum y un banco canadiense les congeló otros $21 millones de fondos.
En diciembre de 2018, la criptopareja se casó y con su jet-set viajaron hacia a la India para celebrar su luna de miel, pero allí Gerald Cotten murió por complicaciones de la enfermedad de Crohn (una afectación inflamatoria de tipo crónico y autoinmune del tubo digestivo), tan solo 12 días después de modificar su testamento.
Gerald Cotten ya estaba cerca de la muerte cuando ingresó en el hospital de la ciudad india de Jaipur a principios de diciembre. En las horas que siguieron, los médicos intentaron en vano salvarlo de una fiebre alta, un shock séptico y un intestino perforado. Después de una serie de paros cardíacos, fue declarado muerto a la noche siguiente con su esposa a su lado. Su cuerpo fue embalsamado y enviado de regreso a Canadá, donde se hizo su funeral con ataúd cerrado, dando lugar a que miles de inversores no se creyeran su muerte.
El público no se enteró de la muerte hasta los 36 días después, en enero de 2019. Ese mismo mes, Quadriga solicitó la protección de los acreedores y miles de inversores cabreadísimos comenzaron a cuestionar dónde había ido a parar su dinero.
Terminé perdiendo los ahorros de toda mi vida: perdí $400,000. Pedí tres préstamos al banco y lo invertí todo en criptomonedas. Me metí en un hoyo muy profundo, y la única forma de salir era vender mi casa.
dice Tong Zou, un trabajador tecnológico citado en el documental.
¿Está muerto Gerald Cotten, el difunto director ejecutivo de QuadrigaCX, el intercambio de criptomonedas más grande de Canadá?
Dada la intriga y el revuelo que ocasionó, muchos inversores llegaron a cuestionar si Cotten había muerto realmente, y exigieron que se exhumara su cuerpo. (Su esposa afirma que verificó su muerte y que fue testigo de su funeral).
En las memorias de Robertson, la mujer de Cotten niega que formara parte de un complot elaborado para falsificar y manipular la muerte de su esposo, y escribió que la especulación le ha llevado a amenazas de muerte de acosadores que exigen que les devuelva los millones de dólares perdidos en cryptomonedas.
La muerte y el colapso de Quadriga desencadenaron una decena de investigaciones gubernamentales y ciudadanas sobre cómo se podría recuperar tanta moneda digital.
Tras la implosión de Quadriga en 2019, la Comisión de Valores de Ontario la investigó y concluyó que “lo que sucedió en Quadriga fue un fraude a la antigua, envuelto en tecnología moderna” un sistema Ponzi.
Las investigaciones revelaron que Cotten creó numerosas cuentas falsas en Quadriga para influir en las transacciones en la plataforma, y en un momento estuvo involucrado personalmente con el 87% de las transacciones. Pero no terminó ahí, el ladrón de criptomonedas también había mezclado el dinero de los clientes con el suyo propio, financiando de esta manera el lujoso estilo de vida.
Su esposa dijo que estaba «molesta y decepcionada» al enterarse del alcance del fraude de la compañía de su esposo, escribiendo en una declaración de 2019 que no estaba al tanto ni estaba involucrada en «las actividades comerciales de Gerry, ni su apropiación de los fondos de los clientes». También dijo que no tenía ni idea de cuáles son las contraseñas para acceder a los fondos de los clientes, y que no estaba escrito en ninguna parte. Hasta el momento, solo se han podido recuperar unos 46 millones de dólares.
No confíes en nadie: Tras la pista del rey de las criptomonedas, el nuevo documental de Netflix
No puedes fiarte de nadie: A la caza del rey de la criptomoneda (Trust No One: The Hunt for the Crypto King) la serie basado en esta historia que os acabamos de contar se estrena en Netflix inminentemente este 30/3/2022.
Actualización: Ya está disponible en Netflix. Te dejamos el enlace directo a Netflix pulsando aquí.
A esta historia ya le han dedicado un documental llamado Dead Man’s Switch: A Crypto Mystery. También hay unas memorias escritas por su esposa Jennifer Robertson, Bitcoin Widow: Love, Betrayal and the Missing Millions, os dejamos el trailer del documental subtitulado en español.
Mientras esperamos ver el documental Netflix de No confíes en nadie: Tras la pista del rey de las criptomonedas. Te dejamos estas artículos que serán de tu interés:
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